La oficina, un espacio que (todavía) tiene mucho que aportar

Cuando se cumple un año desde que el Gobierno decretó el Estado de Alarma y restringió la movilidad no necesaria, el trabajo en remoto es, a nivel laboral, el cambio más importante que se ha visto en esta nueva normalidad. El teletrabajo y la adaptación al mismo han supuesto un enorme reto.

Un reto para muchas empresas y sobre todo para la gran mayoría de empleados que no conocían esta realidad. A pesar de las innegables ventajas, del ahorro en costes y desplazamientos y de la mejor conciliación… Un año después, no se puede anunciar aún el fin del trabajo presencial tal y como lo conocíamos.

El 80% de trabajadores quiere acudir a la oficina al menos tres días por semana

Así lo ha confirmado un reciente estudio publicado por la consultora inmobiliaria CBRE. En ‘Un año de teletrabajo’, y tras encuestar a 2.300 empleados de empresas de diferentes sectores, un 80% de los encuestados reconocía su preferencia por acudir a la oficina al menos tres días a la semana cuando termine la pandemia. Y un 28% declaraba que irían las cinco jornadas laborales a sus puestos de trabajo. Por otro lado, solo un 14% teletrabajaría cuatro o cinco días.

Estos datos dan que pensar. El 50% de las personas participantes en la encuesta creen que el trabajo en remoto tiene un impacto positivo en la salud. Solo un 15% opina que ese impacto es negativo. Y aun así, parece que la combinación del desempeño en casa y en la oficina es la opción que más convence.

Según el estudio, muchos empleados se sienten alejados de compañeros y clientes cuando teletrabajan (35%), otros no consideran su hogar un espacio idóneo para trabajar (26%) y también preocupan la falta de tecnología y equipamiento adecuados (22%).

La solución, equipos más cohesionados humanamente y combinación de trabajo virtual y presencial

Adam Grant, profesor de la Wharton School, opina que «el trabajo virtual tiene beneficios en la productividad pero presenta grandes riesgos para la colaboración y la cultura de empresa». No es noticia que la conexión con compañeros y con el propósito de la empresa se puede ver afectada por una separación física total.

Las oficinas proveen a los empleados de un espacio de interacción natural y presencial que se traduce en una más eficiente colaboración y cocreación. En este momento, además, los reconocimientos a actitudes positivas además de a los éxitos son también cruciales (y cuando se hacen en persona, tienen una mayor fuerza). Así mismo, una unión humana y más allá de lo puramente profesional que derive en una cultura compartida, hacen de la colaboración algo más sencillo y eficiente.

Un año después del estallido de la pandemia, en el que las relaciones interpersonales se han visto comprometidas, no es extraño conocer que muchas personas prefieren poder desempeñarse, al menos parcialmente, junto al resto de integrantes de su equipo. La oficina aún provee a las empresas de todo lo que el trabajo en remoto no puede ofrecer. Y viceversa.